lunes, mayo 15

mas intervenciones de la ciudad






esta vez, se trata de una tienda que hace piercings. Pero la idea es la misma: guerrilla marketing. aprovechar la ciudad para "apropiárnosla" y volverla parte del mensaje. En este caso, tomando los ganchos, las aldabas y todo lo que pudiera parecer un piercing.
Me parece una buena manera de hacer publicidad, sorpresiva y relevante. Pero hay que tener cuidado de no engañar a la gente, de no tratar de "parecer" lo que no se es o, simplemente, de no molestar a la comunidad.
Le ocurrió a Sony con una campaña "underground" que trató de hacer en filadelfia. Les salió el tiro por la culata pues trataron de parecer 'auténticos y rebeldes" y lo único que lograron fue molestar y generar mala imagen. Me llamó la atención al leer sobre el caso el comentario de una persona que decía: "Ni siquiera era lo suficientemente creativo". Pienso entonces que si lo que haces es creativo y entretiene, entonces para la gente vale la pena o por lo menos, lo tolera. Es como que el precio que hay que pagar para que la gente acepte publicidad en lugares que no están autorizados para ello o donde ella no la esperaba.
Me parece un tema interesante: ¿se vale que las empresas y las marcas se apropien de la calle?

escoja usted su colorcito:


Esto es llevar la interactividad al máximo.
Se trata de una publicidad exterior para bronceadores. Lo que hicieron fue lo típico, poner una chica sexi en bikino. Pero no, porque debajo de la figura de la modelo hay una barra que uno puede mover y que va transformando el tono de la piel para volverlo más o menos oscuro.
Ese tono corresponde al grado de intensidad del bronceado que ofrecen los diferentes "sabores" del producto. Me parece poderoso, relevante y eficaz que la interacción ofrecida tenga que ver directamente con la oferta del producto, y que se haga en un medio en el que la audiencia va a tener más tiempo para interactuar ya que se trata de una parada de autobús.