mas intervenciones de la ciudad
esta vez, se trata de una tienda que hace piercings. Pero la idea es la misma: guerrilla marketing. aprovechar la ciudad para "apropiárnosla" y volverla parte del mensaje. En este caso, tomando los ganchos, las aldabas y todo lo que pudiera parecer un piercing.
Me parece una buena manera de hacer publicidad, sorpresiva y relevante. Pero hay que tener cuidado de no engañar a la gente, de no tratar de "parecer" lo que no se es o, simplemente, de no molestar a la comunidad.
Le ocurrió a Sony con una campaña "underground" que trató de hacer en filadelfia. Les salió el tiro por la culata pues trataron de parecer 'auténticos y rebeldes" y lo único que lograron fue molestar y generar mala imagen. Me llamó la atención al leer sobre el caso el comentario de una persona que decía: "Ni siquiera era lo suficientemente creativo". Pienso entonces que si lo que haces es creativo y entretiene, entonces para la gente vale la pena o por lo menos, lo tolera. Es como que el precio que hay que pagar para que la gente acepte publicidad en lugares que no están autorizados para ello o donde ella no la esperaba.
Me parece un tema interesante: ¿se vale que las empresas y las marcas se apropien de la calle?