Los anuncios
A veces pienso que los anuncios son la causa de mi perdición porque me llevan por caminos que terminan en jaulas doradas y comilonas de las que te adormecen y jamás puedes volver a masticar lo mismo porque el recuerdo de ese sabor en particular desencadena imágenes y sensaciones desagradables en todo tu cuerpo. Como tequila de Spring Breaker.
Los dolores son lo que más se queda pegado en el cerebro.